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martes, 26 de octubre de 2010

Padel y podologia


Hace ya 5 años que empece a practicar este magnifico deporte. Durante todo este tiempo he podido comprobar una serie de lesiones características que siempre van unidas a un mal calentamiento, mala elección de calzado, condiciones de las pistas, elcción de la pala...
En este articulo vamos a hablar de cada una de las lesiones, tratamiento, prevención, tipos de zapatillas, pesos de las palas...

1. Alteración en la coloración y aspecto de las uñas


Es problable que alguna vez después de un partido, donde has estado notando molestias por la zona de la uña, te encuentras con una imagen parecida a esta:

Se trata de un hematoma subungueal y se debe a una rotura de los pequeños vasos capilares que se encuentran en la zona del lecho ungueal .


Esto se produce a un exceso de presión bien en la punta del dedo (pulpejo) o bien directamente sobre la uña. El exceso de presión puede estar producido bien por un golpe directo y contundente (por ejemplo que se nos caiga algún objeto sobre el dedo) o bien por lo que los que los Podólogos llamamos microtraumatismos de repetición, es decir una cantidad de pequeños golpes continuados sobre la zona (por ejemplo los pequeños golpeteos de la uña contra la parte de arriba del zapato). Por cualquiera de estos dos motivos la uña puede acabar con este aspecto.

El tratamiento depende un poco del momento de evolución de la patología. Si el hematoma tiene poco tiempo, unas 72 horas aprox., las molestias desaparecen, de forma muy rápida y satisfactoria para el paciente, realizando una punción sobre la uña y drenando la sangre coagulada en la zona. Es un procedimiento nada doloroso para el paciente y tiene las ventajas de eliminar rapidamente el dolor al disminuir la presión subungueal y por otro lado ayuda a que el hematoma no se coagule y pueda alterar en un futuro el crecimiento de la uña.


Cuando la uña ha sufrido varias veces esta lesión o simplemente si el trataumatismo ha sido muy fuerte, la forma y el color de la uña pueden cambiar bastante hasta el punto de alterar totalmente el aspecto de la uña. Esto no es un proceso rápido, sino todo lo contrario es un proceso lento con muchos meses o años de evolución y cierta dejadez por nuestra parte.

Hablamos de uñas con este aspecto:

La figura muestra el aspecto de la uña después de quitar todo el tejido de uña dañado. Este tipo de tratamiento habría que realizarlo cada 2-3 meses aprox. para ir retirando toda el tejido dañado y ayudar a que la uña nueva vaya naciendo correctamente. Lo ideal en este caso es tomar una muestra en consulta para llevarlo a analizar y así poder diagnosticar el tipo de infección para mandar el tratamiento antimicótico correcto.